
Hay un tipo de herida que no es fácil detectar y mucho menos compartir. Me refiero a la herida de vergüenza, desvalorización e indignidad.
En un mundo competitivo, donde hay que ser estupendo/a en todos los sentidos, tener un cuerpo fantástico, una pareja maravillosa, ser inteligente, ser sensible, honesto, divertido, creativo, profesionalmente competente, ser un buen padre y un excelente amante, tener reconocimiento social, propiedades, dinero, carisma y éxito... uffff... nos da mucha vergüenza admitir que en realidad no nos sentimos maravillosos, más bien lo contrario:
Siento que no soy suficiente (aunque trato
de disimularlo), y no entiendo porque,
a pesar de haber hecho tantos esfuerzos
para demostrar mi valía, en el fondo me
siento inadecuado.
La herida de vergüenza y desvalorización está muy camuflada.
¿Quién me va a querer si dejo que los demás vean mis sentimientos de indignidad y de no merecimiento?
Hay que hacer algo para no sentir esa "tara" y, sobre todo, para que los demás no se den cuenta de que me siento inferior, que no soy nada especial, que en realidad me siento un ser defectuoso que tiene muy poco que ofrecer. Pero no puedo decirlo abiertamente:
"¡Qué verguenza por dios admitir lo mal que me siento conmigo mismo! Hay que disimular, hay que aparentar o me voy a quedar más solo que la una."
El problema con la herida de indignidad es que nos avergüenza mucho, y al ocultarla no deja de crecer. Puedes leer aquí como se forjó tu sistema de creencias sobre ti mismo/a.
Hemos aprendido a taparla con disfraces, con roles, con máscaras; hemos invertido mucho en mantener nuestros sentimientos de indignidad ocultos, tapados con todo tiempo de disfraces.
Pero en el fondo, dentro de nosotros, no nos sentimos bien; nos sentimos falsos, vacíos, pretenciosos.
¿Qué hacer con este malestar?
All you need is love!!
La forma más rápida de desconectarnos de nuestros sentimientos de indignidad es buscando una pareja. ¡Bienvenido/a al caldo de las relaciones de codependencia!
Así es como se crean la mayoría de relaciones de codependencia: buscando a alguien que nos salve de sentir nuestra herida de abandono y/o nuestra herida de indignidad.
Es muy fálcil encontrar un compañero/a de viaje. Ahí fuera está lleno de gente tan herida y disfrazada como tu, esperándote con los brazos abiertos el club de codependientes compulsivos entonando el mismo himno: all you need is love!
Sí, all you need is love; pero John Lennon se olvidó de los más importante:
All you need is love yourself!!
Si no te amas a ti mismo/a, tu amor es una fantasía. Si no te amas a ti mismo/a eres un mendigo en busca de una tabla de salvación. Y estás destinado/a a juntarte con otro mendigo (disfrazado de príncipe azul o princesa rosa) que también está buscando una tabla de salvación. Antes teníamos un mendigo sufriendo solo; ¡¡ahora tenemos dos mendigos echándose la culpa mutuamente por sus miserias!
¿Qué ha pasado con nuestro sueño romántico?
¿Cómo puedes amar a alguien cuando te sientes defectuoso/a y te rechazas a ti mismo/a?
No es posible. Si eres honesto/a te darás cuenta de que lo que llamas amor en realidad es necesidad. Utilizas el amor para tratar de cubrir una carencia.
Quieres que alguien te de lo que tu no te das. Y eso tiene consecuencias: cuando uno no se ama a sí mismo necesita llenar ese vacío de cualquier forma.
¿Quién va a querer llenar el vacío de una persona que no se quiere? Alguien que sufre la misma enfermedad.

Nadie puede llenar el vacío de alguien que no se ama a sí mismo/a
Cuando no nos queremos, cuando nos rechazamos, cuando no queremos sentir nuestras inseguridades y escuchar nuestras necesidades, nos disfrazamos de alguien que no somos para tratar de agradar o complacer a los demás, porque creemos que de esta forma conseguiremos el amor que necesitamos. Pero en lugar de atraer el amor, generamos relaciones de codependencia.
Atraemos personas que no estás disponibles o que no nos respetan. Tenemos relaciones superficiales o relaciones a distancia. Somos muy promiscuos, cambiamos constantemente de amante o nos aislamos. Sentimos mucha carencia y necesidad y nos abandonamos para conseguir atención, aprobación, cariño.
Para tratar de conseguir amor pretendemos ser especiales. Pero como en realidad nos sentimos merecedores de amor, tratamos de comprar al otro (con cariño, adulación, dinero, etc.) Nos convertimos en salvadores (papás, mamás, maestros, psicólogos) de nuestras parejas, o nos sentimos pequeños y buscamos que alguien nos salve. A menudo nos ignoramos, no ponemos límites y nos sentimos traicionados. Entonces culpamos y queremos cambiar al otro.
Cuando no nos queremos tenemos demasiadas expectativas, nos volvemos muy demandantes, o lo contrario: rechazadores. No somos capaces de crear un vínculo profundo de amor e intimidad. Anhelamos y buscamos el amor desesperadamente, pero no podemos abrir el corazón, porque tenemos mucho miedo a desnudarnos, a exponernos, a que la otra persona vea como somos realmente.
Aprender a desnudarnos realmente y a abrir el corazón. Eso es tantra.
Aprovecho para compartirte dos canciones que se hacen eco de la necesidad de amarse a uno mismo:
"Si sacas lo que está dentro de ti, lo que sacas te salvará.
Si no sacas lo que está dentro de ti, lo que no sacas te destruirá."
Jesús, Evangelio de Tomás
- Abrazar el miedo - 14 octubre, 2022
- El Juego de la Vida - 15 junio, 2022
- ¿Quieres que te diga cómo celebrar Beltane? - 2 mayo, 2022
Identificada al 100% con el post . Por lo menos hoy…
Besos.
Besos Bego