“En primer lugar, me gustaría darte las gracias.

Quiero agradecerte el rigor con el que has trabajado para ofrecernos cada día algo útil, práctico e interesante.

A veces, en este mundillo “terapéutico”, tengo la impresión de que abundan las propuestas demasiado “etéreas”. Se habla de “energías” y de cosas muy vagas y es frustrante si no eres capaz de “sentir” todo eso.

En cambio, tú has propuesto ejercicios físicos, de escritura, de meditación, de observación muy concretos y yo he tenido momentos de “revelación” muy reales.

Además, es como si nos hubieras dado herramientas para seguir solas y eso es lo más bonito, aunque, por supuesto, echaré de menos recibir un mensaje diario.”

“Embarcar en este viaje me ha supuesto muchos cambios no solo en el exterior sino en mi interior.

He llegado a comprender varias cosas que me atormentaban y algo muy muy importante:  he comenzado a amarme porque a pesar de que yo siempre he pensado que me quería me he dado cuenta que no me amaba, que no me valoraba y que simplemente me exigía y no me daba cuenta de lo maravillosa que soy.

Cada una de las claves recibidas me han ido aportando cosas increíbles, bonitas, maravillosas, momentos únicos de reencuentro con mi ser interior he llegado a conocerme un poco más, a sentir mi ser, mi corazón y mi alma!!!!”

“Para mí este viaje ha sido todo un descubrimiento.

Lo viví intensamente porque hay algo que quiero hacer en mi vida, y encontrar este balón de oxígeno fue toda una suerte para mí.

Me encanta la fotografía, llevo años dedicada a ella, como hobby, claro, y pensar en dar un paso más, se me hacía imposible.

Sin embargo apareciste tú, tus quince días de viaje al fondo de mí misma, además se dio la coincidencia, que los primeros estuve sola sin niños, sin marido, y pude dedicarme plenamente. Me sentí flotar dándome ese baño, sentí que mis chakras se abrían de verdad, cómo fluía la energía, bailé hasta quedar exhausta, me concentré en mis lagunas, mis incongruencias, y todo se coronaba al final del día con un “soy fotógrafa” que me hacía emocionar.

Gracias de verdad. He dado un gran paso estos días, de hecho he conseguido diseñar el logo y la página web, algo que llevaba meses intentando hacer.

Yo tampoco creo que las cosas pasen por casualidad, ese mail de mi amiga Ana invitándome a enrolarme en una aventura virtual con ella, cambió muchas cosas.

He guardado todos los correos, porque muchos de ellos tienen tanta “chicha” que quiero volver sobre ellos en un tiempo.”

Gracias de nuevo por enseñarme tantas cosas de mí.

Enhorabuena por tu trabajo, las mujeres necesitamos otras mujeres como tú, que nos den un poquito de luz cuando todo parece oscuro.