
El modo en que nos sentimos con respecto a nosotras mismas afecta en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, en el amor o en el sexo, hasta nuestro proceder como madres y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida.
Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quiénes pensamos que somos.
Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que tenemos de nosotras mismas.
Por lo tanto, saber quienes somos es la clave del éxito o del fracaso.
Nathaniel Branden
Nuestro pensamiento nos boicotea una y otra vez con una gran mentira personal sobre quienes somos. Nuestras creencias sobre cómo somos, adquiridas en la infancia, pueden hacer de nuestra vida una lucha incesante.
Sabiendo esto no nos queda otra que emprender un viaje interior de conocimiento.
Hay un libro que ocupa mi mesita de trabajo diariamente Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estés.
Si una mujer quiere recuperar la verdadera esencia de LO QUE ES, este libro es una referencia indispensable para descubrirlo.
La maternidad, concretamente mis embarazos y sin duda mis cinco partos y las lactancias fueron la puerta a mi alma femenina.
Toda esa vorágine que es la maternidad, con sus altibajos, sus abismos, sus temores y sus fluidos desbordantes provocaron grandes preguntas en mi sobre quien era yo realmente, cómo funcionaba mi cuerpo, qué influencia tenían mis emociones en mi vida, qué era eso de ser cíclica y cómo afectaba a mi yo, a mis pensamientos sobre mi misma y el mundo.
Con Mujeres que corren con los lobos empecé a entender que hay una psicología profunda femenina, oculta y maltrecha por los siglos que ahora comienza a emerger con fuerza y que sin duda llenará de amor la tierra.
Comencé a entender mi cuerpo y sus ritmos, comencé a conectarme con la Naturaleza y comprender que yo era Ella.
Con el entendimiento llegó el amor a mi misma y la celebración de la vida a través de los fluidos de mi cuerpo, mi sangre roja y mi leche blanca.
Empecé a sentirme una MUJER SALVAJE con mis instintos femeninos despiertos y una fuerza creativa imparable.
Cada mujer tiene su puerta de entrada a la mujer salvaje. La mía fue la maternidad.
Y tu ¿dónde la sientes? ¿dónde la encuentras?
¿Te imaginas encontrarla y nutrirla junto a otras mujeres en el Encuentro Anual de Mujeres que celebramos en Tantra y Yoga?
Según Clarissa Pinkola despertar a la mujer salvaje en tu interior no es otra cosa que vivir una existencia natural en la que la mujer posee una integridad innata y unos límites saludables.
Ser una mujer salvaje significa establecer un territorio, encontrar la propia manada, estar en el propio cuerpo con certeza y orgullo, cualesquiera que sean los dones y las limitaciones, hablar y actuar en nombre propio.
Ser una mujer salvaje es recuperar los propios ciclos, descubrir qué lugar le corresponde a una, levantarse con dignidad y conservar la mayor conciencia posible.
Creo que son razones más que suficientes para querer recuperar la mujer sabia que eres ¿o no? Además si de ello depende tu éxito, tu libertad y tu felicidad ¿a qué vas a esperar?
Pincha en la imagen si quieres recibir información sobre El Encuentro de Mujeres. Tu mujer salvaje busca su manada.
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