
Esta herramienta que te acerco hoy para comenzar a sanar tu nacimiento la puedes utilizar tanto si estás pensando en tener un bebé como si quieres comenzar a trabajar con tu niña interior.
Tener la información de tu gestación y tu nacimiento te dará pistas sobre tus temores y las creencias que puedes haber albergado en tales circunstancias.
Como siempre, esas creencias pueden estar afectando a tu vida adulta cada vez que te enfrentas a algún cambio importante en tu vida y desde luego pueden afectar de lleno a tu propio parto.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Es fácil. Se trata de recopilar información.
Pídele a tu madre que te cuente todo lo que recuerde sobre tu concepción, el embarazo y el nacimiento. Si tu madre no está viva, o está inaccesible, habla con otros miembros de la familia que puedan compartir lo que saben. Esto también conviene hacerlo aunque tu madre te cuente. También se puede recurrir al hospital donde naciste y pedir los registros de tu nacimiento (estos pueden llegar a indicar las drogas utilizadas, si el parto fue inducido, si eres un mellizo sobreviviente, o cualquier complicación que pudiera haber ocurrido durante tu nacimiento).
Este ejercicio puede resultar sumamente provechoso para comprender la manera en que te recibieron en el mundo, si fuiste bienvenida o no. Los daños físicos y psicológicos que tal vez experimentaste (por ejemplo, un nacimiento difícil, no ser deseada o no tener el sexo “correcto”, ser abandonado, etc…) puede afectar directamente nuestra manera de recibir a tu hijo, o como ya te he comentado, puede afectar en la manera en que afrontas los retos importantes en tu vida.
Para trabajar con el fin de sanar este tipo de heridas y transformar las creencias que instauramos es necesario recopilar información sobre tu nacimiento.
Algunas preguntas que puedes formular para comenzar a sanar tu nacimiento son :
CONCEPCIÓN
– ¿Cuáles fueron las circunstancias de tu concepción? ¿Fuiste planeada o deseada o fui una sorpresa?¿Hubo indiferencia sobre tu llegada?¿Hubo algún pensamiento o intento de abortarte?
– ¿Hubo abortos anteriores a tu concepción?
– ¿Tu madre perdió algún hijo antes de tenerte a ti?¿Eres sobreviviente de mellizos?
– ¿Cómo era tu relación con mi padre por ese entonces?
– ¿Cómo se sentía tu madre física, emocional y espiritualmente?
EMBARAZO
– ¿Cómo fue el embarazo de tu madre? ¿Hubo complicaciones o problemas de salud?
– ¿Qué clase de apoyo o falta de él, recibió tu madre en estas circunstancias?
– ¿Qué tipo de asistencia médica recibió?
– ¿Cómo se sentía tu madre física, emocional y espiritualmente?
– ¿Cómo era la relación de tu madre con tu padre en aquella época?¿Cómo era su apoyo?
– ¿Cómo se sintieron los otros miembros de la familia con tu llegada?
NACIMIENTO
– ¿Qué recuerdas sobre mi nacimiento?
– ¿Hubo alguna complicación?
– ¿Fuiste anestesiada, hubo inducción, se utilizaron fórceps o algún método de aspiración?
– ¿Hubo alguna complicación con el cordón?
– ¿Quién me recibió? ¿Estuve en tu regazo, en el nido? ¿cuánto tiempo estuvimos separadas?
– ¿Fui amamantada? ¿cuánto tiempo?
Escribe en tu diario o libreta lo que aprendes sobre tu nacimiento y sobre todo cómo te sientes con lo escuchado.
Es probable que necesites procesar y curar ciertas heridas físicas, psicológicas y espirituales que pudieran haber ocurrido. Entre el 85% y el 95% de la población experimenta cierto grado de trauma prenatal o durante el nacimiento.
Puedes echar un vistazo al post Lo que no sabías sobre tu nacimiento en el que puedes obtener algunas pistas sobre creencias y conductas que se adquieren según la forma de nacer.

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