Tantra y Yoga

  • INICIO
  • EMPIEZA POR AQUÍ
  • ESCUELA
  • COMUNIDAD
  • NOSOTROS
  • BLOG
  • CONTACTA

Ser mujer, ¿una jaula invisible?

8 marzo, 2021 Por Maria Jose Mochon Deja un comentario

 

Muchas veces me pregunto en qué momento histórico las mujeres nos perdimos en una identidad androcentrista que no nos pertenecía y desterramos de nuestra memoria lo que significaba SER MUJER.

No voy a esconder que cuando escribo SER MUJER me da cierto repelús.

Mira a ver si te pasa a ti también.

Sepárate un poco de este texto y piensa qué significa ser mujer en nuestra sociedad.

Por mucha diversidad o formas de ser mujer que imagines ¿no notas que siempre hay como una cárcel invisible, como una jaula o un techo de cristal?

En realidad, cualquier constructo de este tipo, que pretenda darnos una identidad, nos apresa en unas normas y unos límites establecidos, muchas veces implícitos, no nombrados, pero no por ello sólidos, y nos apresan en lo que culturalmente se espera de nosotras.

En tu entorno, ¿qué se espera de ti?

¿Qué esperas tú de ti misma?

Seguro que eres exigente, todas las mujeres lo somos.

  • Ser una niña buena o rebelde
  • Conseguir una carrera
  • Formar una familia
  • Ser madre sin morir en el intento. Ni perder la figura. Ni las ganas de sexo. Ni la sonrisa. Ni el trabajo.
  • Hacer felices a tus hijos para que su infancia sea genial.
  • Controlar sin controlar a tus hijos adolescentes para que vayan por el buen camino
  • Hacer feliz a tu marido
  • Mantener ordenado, limpio y armonioso el hogar, mejor si hay feng shui en casa.
  • Aportar un sueldo a la familia
  • Tener vida social
  • Y ¡ojo! ¡cuidado, que no aparezcan las ojeras!

¡¡STOP!!

Y en la lucha por conseguir eso que esperas de ti misma aparecen emociones que nos transportan al submundo y la culpa se hace nuestra compañera más leal.

Exigencia y culpa, ¿no te parece una mochila muy pesada de llevar?

Y ahora te pregunto:

¿Dónde has quedado tú?

Cierra los ojos, sólo un instante. Toma al menos una respiración profunda y consciente y pregúntate ¿dónde me he quedado? ¿Cuándo me perdí? ¿Cuándo dejé de tenerme en cuenta? ¿Cuándo deje de respirar para mí?

Como dice Clarissa Pinkola no podemos seguir caminando como unas sonámbulas, envueltas en esta endeble y descuidada mentira porque ello nos hace sufrir sequedad, cansancio y añoranza.

Hay una manera de despertar de este sueño y es regresar a casa, regresar a tu alma.

Cuando regresas a tu hogar el mundo deja de rodar tan vertiginosamente como si la vida se tratara de una contra reloj  en línea recta en pos de llegar a una meta a la que nunca se llega, como lo del tesoro al final del arcoíris. Cuando regresas a casa empiezas a girar a tu ritmo, al ritmo de tus ciclos, al ritmo de la luna…

Es como si hubiesen pasado decenas de miles de años cuando esos ciclos, la naturaleza y las estaciones vivían en nosotras.

Pero ¿sabes qué?, no hace tanto que estuviste en casa, no hace tanto que estabas en contacto con tu alma y con los ciclos de la naturaleza.

¿O acaso no recuerdas revolcarte en aquel parque alfombrado por las hojas amarillas del otoño que soltaban los árboles? ¿No recuerdas el frío de la nieve en tus manos mientras tirabas una bola tras otras con emoción? ¿O aquellos collares de semillas o flores insertadas unas con otras? ¿O la colección de hojas y flores que secabas estrujándolas entre las páginas de tu diario? ¿Acaso te has olvidado de tus pies descalzos sobre la arena saltando la espuma de las olas del mar? ¿Y aquellas colecciones de piedras extrañas, caracolas o palos?

¿Y las amigas de verdad, con las que podías ser tú misma? Eran como hermanas, más que hermanas. Podías enfadarte, gruñirles, mandarlas al carajo… como si se hubiese abierto un abismo de repente entre vosotras para al instante volver a reír como si nada hubiese pasado. Y es que nada había pasado.

No hace tanto que vivías en casa, no. No hace tanto que tu niña interior sonreía y se sentía libre. 

En tantra y yoga lo sabemos bien y cada año nos reunimos las mujeres en un hermoso fin de semana precisamente para eso, para tomar aliento y reconectar con nosotras. Puedes pinchar aquí si estás interesada en conectar de nuevo contigo y tomar aliento, estamos recibiendo las primeras reservas para septiembre. O si estás lejos, aún te puedes sumar al trabajo online «Despierta tu poder habitando a la Diosa»

SER MUJER tiene que ver con eso, con los ciclos, con la naturaleza, con la manada de iguales.

SER MUJER tiene que ver con lo salvaje, con lo mamífero, con la loba, con la osa, con el águila, con la araña y hasta con la serpiente.

SER MUJER tiene que ver con sacar a flote a tu niña interior.

No va a ser fácil volver a conquistarte.

Muchas veces ni siquiera sabemos qué es eso de volver a casa, volver a sentirte, volver a ti misma.

Cuando comienzas a descubrir caminos, senderos, ríos o montañas que te llevan de regreso a casa, al hogar, a tu alma… entonces, tu presente, tal como lo conoces ahora desaparece y el recorrido se cobra muchas cosas y algunas personas. Quizás más de las que imaginas.

Pero como por arte de magia llegas a todo y a todos los que deseas con el corazón en paz, plena y feliz. Nutrida. Y es sólo desde ahí desde donde podemos SER y ESTAR de manera real como mujeres reales.

Que este Día Internacional de la Mujer sea tu momento cero.
Ese momento en que dices, hoy doy mi primer paso de regreso a casa.

 

Con amor,

Dara

  • Acerca de
  • Últimas entradas
Maria Jose Mochon
Maria Jose Mochon
Descubre quien eres realmente. Sacúdete esa vergüenza que reside en lo más profundo de tu alma haciéndote creer que no eres buena/o o válida/o. Y atraviesa el MIEDO, esa emoción fantasiosa que te impide ir en pos de tus sueños, anhelos y deseos para poder ser una persona libre, despierta y feliz.
Nuestro trabajo es abrir un espacio que te permita viajar a los confines de tu interior y descubrir allí todo tu potencial.
Maria Jose Mochon
Últimas entradas de Maria Jose Mochon (ver todo)
  • ¿Quieres que te diga cómo celebrar Beltane? - 2 mayo, 2022
  • En medio de la oscuridad…la luz - 21 diciembre, 2021
  • Hola, soy Mª José y soy machista - 25 noviembre, 2021

¿Me ayudas a compartir?

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • Más
  • Correo electrónico
  • Imprimir

Relacionado

Publicado en: 7. Feminidad Etiquetado como: regreso a casa

« Personalidad y columna vertebral
El remedio a la falta de deseo »

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

www.tantrayyoga.com | copyleft 2014-2021

CONTACTO | AVISO LEGAL | PRIVACIDAD | COOKIES |
F.DESISTIMIENTO  

Tantrayyoga utiliza cookies para asegurarte una mejor experiencia, si sigues navegando por aquí estarás aceptando el uso de las mismas Acepto Leer Más
Política de Cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR
loading Cancelar
La entrada no fue enviada. ¡Comprueba tus direcciones de correo electrónico!
Error en la comprobación del correo electrónico. Por favor, vuelve a intentarlo
Lo sentimos, tu blog no puede compartir entradas por correo electrónico.