Tantra quizás sea la palabra que más equívocos despierta en los caminos de la nueva conciencia.
¡Tantra!
Algunos directamente evocan las noches más apasionadas, las mujeres más ardientes o los hombres más resistentes en la fusión de la cama sagrada; nada más lejos y distorsionado de la realidad.
Tantra, para empezar, significa: ven con lo que tengas, ven con lo que Eres aquí y ahora. Sin ninguna máscara o defensa, ven, sin expectativa o deseo. Eso por sí mismo ya es un reto.
¿Puedes hacerlo?
Desnudarse, quitarse la ropa es bastante sencillo. Pero ¿puedes quitarte el ropaje del ego? ¿puedes ser y estar tan blandito/a frente al sexo contrario o frente a tu compañero/a?
Tener expectativas está bastante lejos de los rasgos de un yogui tántrico. Diríamos que es algo inmaduro, te sitúa cerca de la proyección, esperando algo del otro.
Tantra es darse. Llego a ti en total libertad para darte mi esencia. Darnos juntos eso que no cabe en las palabras, que es mucho más que una piel y unos besos mojados, y sin embargo, son esos besos repletos de luces los que guían mi alma, tu alma.
Tantra nos pone en el más estricto aquí y ahora y es un camino con corazón.
La boca del amante es el portal que te lleva al mundo nagualico. La cama se convierte en un cohete disparado que lejos de dejarte atrapado/a por el color de sus fuegos artificiales, en lugar de cegarte, te baja a la realidad, a lo más tangible de tu psique.
Todos imaginamos tantra como un camino de elevación o desarrollo de los chakras superiores, cuando en realidad, el buen tantra es un camino de descenso hacia la materia, hacia la tierra, purificando lo más banal y mundano que tenemos pendiente: desde la sexualidad hasta nuestra/o niña interior herida.
Una fiesta de curación entre el primer y el tercer chakra a través del aumento de la vibración creada con el aliento de ambos amantes. Al menos es así al principio… más tarde se podrá emplear la energía para otra cosa (pero no al principio).
Quizás no veas como algo muy sexy sanar a tu amante en la cama sagrada o ponerte a disposición de ser sanada, pero te aseguro que es un camino necesario e imprescindible poner luz a todos nuestros traumas y aparecer con nuestra VERDAD ante el otro si lo que queremos en transitar el camino del tantra.
Toca ir bajando de las nubes y entender que antes de tocar el cielo y tener orgasmos cósmicos o aprender a retener la eyaculación nos toca trabajar en nuestro propio fango, en nuestra sombra, y quizás así nos ocurra como a la flor de loto que luce tan delicada y extremadamente bella en la superficie clara del estanque mientras sus raíces se agarran con fuerza al lodo subterráneo sin avergonzarse un ápice de lo que la sostiene.
Nosotros, nuestra Escuela Iniciática de Transformación entendemos el tantra, así, desde esta perspectiva terrenal, desde ese poner luz a aquellos rincones de nosotros que lo necesitan, porque aún duelen, porque nunca fueron nombrados, porque ni siquiera nos atrevimos a indagar.
Por eso utilizamos también el Kundalini Yoga para movilizar toda esa energía de los tres primeros chakras donde residen nuestros bloqueos más importantes: el miedo, la culpa y la vergüenza… que es lo que hace que nuestra vida sexual no sea tántrica, no sea extática, no sea sublime.
Puedes utilizar una asana, un mudra, pranayama y meditaciones específicas para sincronizar tus energías con las de tu pareja y crear una unión muy poderosa entre los dos para trascender el cuerpo físico y preparar las almas para La Gran Unión. Cuando finalmente tengas relaciones sexuales los cuerpos físicos están preparados para verdaderamente hacer el amor.
Te vamos a dejar una de estas asanas para que puedas practicar en pareja ¿te parece?
FLEXIONES DE VENUS SOBRE LA ESPALDA
Sentados de espaldas uno contra otro.
Inhalad, exhalad y póstrate hacia abajo mientras tu pareja se arquea y se relaja sobre tu espalda. Inhalad y conforme exhaláis invertid la posición de tal manera que la persona que se arqueó sobre la espalda ahora se postre hacia abajo, hacia el suelo.
Este ejercicio ayuda a establecer una conexión psíquica y al mismo tiempo relaja la espalda y la cadera.
Maria Jose Mochon
Nuestro trabajo es abrir un espacio que te permita viajar a los confines de tu interior y descubrir allí todo tu potencial.
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