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Usar la sexualidad para sanar la feminidad

26 mayo, 2019 Por Maria Jose Mochon 43 comentarios

 
¿Has hecho alguna vez el amor con pasión, con ternura, abierta en tu totalidad, entregada?
 
¿Te extraña esta pregunta?
 
Hombres y mujeres hacemos el amor  habitualmente sin abrirnos, demasiado habitualmente, diría yo.
 
Es extraño ¿verdad? y sin embargo se ha convertido en algo cotidiano y aceptado: hacer el amor con tu pareja sin tener intimidad, sin abrirte de verdad, sin dejar que él o ella entren dentro de nosotras. Si, físicamente puede estar dentro pero no más.
 
¿Por qué? 
 
Es fácil, por MIEDO. La única razón opuesta al amor.
 
Hacer el amor con miedo… ¿eso tiene sentido?
 
Pues claro.
 
En el cuerpo y en el vientre, la vagina y el útero femenino, las mujeres guardamos la memorias de la humanidad. Es así, nuestro cuerpo es la cuna desde la que se gesta toda la humanidad. Es el centro creativo por excelencia y ese poder ha sido agredido durante miles de años.
 
Así es, de forma inconsciente tu cuerpo sabe que es o puede ser doloroso abrir tus centros de poder a otros y te proteges.
 
Es fácil abrir las piernas, o por lo menos podemos forzarnos a hacerlo, pero abrir la verdadera puerta al cosmos, la puerta al infinito, la puerta al vacío que lo contiene todo, el vacío que puede manifestar y hacer presente cualquier cosa, cualquier deseo… eso da mucho miedo… y  ya no queremos sufrir más.
 
Sin embargo, el precio a pagar es alto, verdaderamente alto. No abrir esa puerta se cobra nuestra creatividad, nuestra vitalidad, nuestras ganas de vivir con energía y entusiasmo….
 
No somos felices porque, al igual que el caballero de la armadura oxidada, hemos cerrado nuestras compuertas y, aunque en nuestro sexo si, en nuestra intimidad no dejamos que entre nadie.
 
Y es que puede que ni siquiera nosotras sepamos abrir las puertas que hemos cerrado tan herméticamente. Nuestro mayor poder, nuestra sexualidad sagrada, que nos vitaliza y nos empodera hasta la sublime tarea de poder crear una nueva vida humana, queda oculta tras las sombras del miedo y las memorias ancestrales de dolor.
 
Un gran vacío interno se apodera de nosotras sintiéndonos anodinas, tristes y apagadas, porque en lo más profundo de nuestro ser nos sabemos Diosas, creadoras de todo lo que acontece.
 
Imagina tener un báculo de la felicidad, la plenitud y de poder guardado en un armario, heredado por un linaje femenino desde el comienzo de la humanidad y que lo tienes por derecho de nacimiento pero que no usas por miedo a sentir dolor, a no saber manejarte con tanto poder, a tanta responsabilidad. ¿Cómo te dejaría saber que tienes semejante herramienta a la que no das uso? ¿No estarías muriéndote en vida?
 
¿Hay tanto dolor ahí dentro?
 
Esta noche hice el amor con mi chico.
 
Lo que me ha sucedido esta noche, ya me ha sucedido en otras ocasiones. No es algo que yo me proponga, simplemente sucede, se da.
 
Quizás la única diferencia con otros momentos de sexualidad es un estado de relajación más profunda y el uso de la respiración consciente.
 
Por lo demás hay ternura, pasión, fuerza, suavidad… y de repente llega el llanto, algo duele profundo, muy adentro… las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y termina por convertirse en llanto profundo, desgarrador. Yo no sé que es, sólo sé que duele, es triste y desgarrador.
 
También sé que no quiero parar de hacer el amor hasta que salga todo, no quiero quedarme a la mitad.
 
Y mi chico y yo continuamos explorando, a diferentes ritmos y en un mar de lágrimas, ese terreno desconocido por el consciente pero sabiamente intuido.
 
Anoche despertamos memorias olvidadas y sanamos un poquito más el matrimonio sagrado entre el dios y la diosa.
 
Anoche acercamos de nuevo la energía masculina y femenina en una danza de iguales con el respeto y la veneración que cada una se merecen.
 
Duele, si. Pero hoy me siento realmente renovada, sanada, me siento menos pesada, con menos lastre. Una calma especial me abraza tranquila. Hoy mi útero late distinto y siento el latido…. mi sangre está llegando.
 
Puedo intuir de qué van las heridas que se han improntado en mi útero, en el útero de cualquier mujer que no ha sanado y despertado su consciencia de sexualidad sagrada.
 
Hoy seguimos agrediendo nuestro cuerpo, nuestro vientre, nuestro útero mucho más de lo que piensas.
 
Lo agredimos:
 

– Cuando el hombre sigue utilizándolo para descargar toda su frenética compulsividad mental, cuando tantos y tantos hombres se masturban dentro del vientre de una mujer y a eso le llaman hacer el amor.

– Cuando permitimos que cualquier hombre entre dentro de nosotras, y cuando copiamos los patrones sexuales masculinos, dirigiéndonos a una sexualidad superficial y sin intimidad.

– Se le agrede cuando en los hospitales, en el llamado “parto tecnológico” dominante hoy en día, donde tantas y tantas mujeres paren de forma antinatural y son sometidas en aras de la “efectividad técnica”.

– Cuando se ha inventado la píldora, que destruye nuestro ciclo menstrual femenino, o todos los otros sistemas anticonceptivos intrusivos en nuestro cuerpo, curiosamente siempre sistemas para nosotras que en realidad sólo somos fértiles de tres a cuatro días por mes ¿porqué no para el hombre que es fértil durante todos los días de su vida?.

– Se agrede el vientre femenino, cuando se nos ha hecho creer que nuestra regla es un trastorno, una molestia “que tenemos que sufrir” y que nos impide actuar en un plano de “igualdad” con el hombre. Cuando se nos ha hecho separarnos del momento sagrado que es la menstruación y a base de “tampax” apartarnos e incluso repudiar nuestra propia sangre.

– Se agrede nuestro cuerpo de mujer cuando se nos da un canon de belleza lineal y sin curvas, sin blandura. Donde el espacio del útero y su latido no tiene lugar en nuestro vientre y vivimos permanentemente fajadas. Cuando se hace casi imposible comprar tu tallaje de ropa.

Podríamos continuar con un sin fin de agresiones más de una civilización patriarcal que, desde su “omnipotente” hemisferio izquierdo, ha cometido y sigue cometiendo para controlar y aplastar a la mujer que late dentro de cada una, a la mujer salvaje,  a la cual ha temido y no ha entendido.

No es de extrañar que nuestra civilización esté destruyendo la Tierra, siendo la Tierra la expresión por excelencia de la energía de la femenina.

 ¿Cómo podemos sanar y liberar esas memorias?
 
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http://www.spiritual-tantra-lounge.com/

Es necesario que el vientre femenino sea sanado de todo el dolor, de todo el miedo y de todo el rencor, del karma colectivo, de miles de años de aplastamiento de lo femenino, de desprecio y de agresión a la Diosa.

Pero nadie lo va a hacer por ti. Ponte en marcha y trabaja para que así sea.

El acto sexual, en la forma tántrica, es una potente forma de sanación.

Para mi el tantra es el abandono de la resistencia en su forma más humana. El tantra es rendirse, sentirse vulnerable, abrirse hasta el extremo, ofrecerse tal cual… eso es tantra para mi.
 
Se dice pronto… pero no es fácil de hacer.
 
 
Ante esta definición es evidente que sexo tántrico no lo puedes hacer con cualquiera.
 
Al menos, yo no, porque no me abro así con cualquiera. Para ser sincera, como os he dicho antes, son veces contadas las que me sucede con mi pareja.
 
Por tanto, cuando hacemos el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de nuestro vientre, estamos acentuando la herida.
 
El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino. Comienza a darle “nueva información”, esta vez desde la consideración, desde el respeto, desde el entendimiento de lo que es diferente, desde el amor.
 
Por eso es muy importante para cualquier mujer en el camino de sanación consciente, sea cuidadosa en sus relaciones.
 
No se trata de represión, de negar ahora el derecho de libertad sexual, tan arduamente conseguido; sino de una toma de consciencia de “lo que estamos haciendo”.  
 
Ha pasado el tiempo, tan necesario, de la liberación sexual de los hippies. Estamos ahora en otro lugar, donde debemos empezar a tomar responsabilidad sobre las verdaderas consecuencias de lo que hacemos.
 
Que tus decisiones sobre tus relaciones sexuales sean conscientes, es un primer paso importante.
 
Que sepas lo que quieres y porqué lo quieres, que sepas decir no o si, que decidas permitir o no, es importante.
 
La sexualidad tántrica puede ser una ayuda poderosa en el camino de sanación del vientre femenino, pues revierte el proceso de la enfermedad del desamor que inunda las células de nuestro útero.

Ya sabes que me encanta cuando das a un like y compartes.

¿Alguna vez has liberado tu llanto mientras o después de hacer el amor?

 

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No es un secreto. El tantra nos cambió la vida cuando una gran crisis sobrevino a nuestra relación y no sabíamos como salir de los patrones dañinos.
Ahora no podemos dejar de compartir las herramientas que te van a ayudar a fortalecer el vínculo y la intimidad emocional con tu pareja.
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Publicado en: 7. Feminidad, 8. Miscelánea Etiquetado como: amor, empoderamiento, sexualidad

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Comentarios

  1. Begonia Alarcon dice

    26 mayo, 2015 a las 10:48

    Madre mia, Maria josé!!
    Estamos mas conectadas de lo que imaginaba!!
    Te quiero guapa, tal como eres.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      26 mayo, 2015 a las 17:49

      Creo que todas las mujeres estamos más conectadas de lo que creemos, pero seguimos en la parte oscura de la luna, sin mostrar, ni mostrarnos… aún tenemos recelo, es normal. Hemos sufrido mucho como clan y eso aún se respira… pero estamos en danza imparable.

      Yo también te quiero mucho. Besos

      Responder
  2. Ana Bizarro dice

    26 mayo, 2015 a las 11:35

    Vamos allá Kampeona!

    Me separé a principios del 2011. Y mi alma gemela entró en mi vida el 14/02/2011.
    Tan sólo unos meses después iniciamos una «relación física» y empezamos a descubrirnos.

    Hay tres momentos que recuerdo en mi vida con mucha emoción: el nacimiento de mis dos hijos. Y el encuentro energético con mi alma gemela. Es indescriptible!! Mi alma se ha ido… está asustada con semejante bicharraka 🙂
    Pero yo he aprendido la diferencia entre SEXO y ENERGÍA SEXUAL. También creo en el Tantra…

    En 2013, al comprar «almas gemelas» y «Juntos» Raimon Samsó me regaló un CD «Sanar las relaciones por UCDM» pero me ha costado unos años entender porqué aquella noche de pasión me puse a llorar sin parar como una niña (había sanado y disfrutado de un «pene emocional»).

    Lloraba de emoción, un dolor emocional, lágrimas de felicidad. Este comentario tiene el mismo efecto.

    Gracias MªJosé ¡Te necesitamos!

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      26 mayo, 2015 a las 17:56

      A veces hay cosas que no podemos entender con la cabeza, es solo darnos el permiso de sentirlo, sea lo que sea… permitir y confiar en que algo más sabio que nosotras está haciendo su trabajo.
      ¡Solo se sana lo que se siente! Nada que permanece en la cabeza o en la mente puede ser sanado… así que si, felicidades por tu encuentro energético, fue un gran regalo.

      Y ni te imaginas lo que te agradezco que nos lo hayas compartido… si mujeres, estas cosas pasan y no estamos locas, al revés, estamos despertando al amor, un amor tan intenso que se desparrama y se sale de nuestro control, al que estamos tan acostumbradas.

      Te quiero Ana… seguimos imparables 🙂

      Responder
  3. magali dice

    28 mayo, 2015 a las 00:26

    impresionante mujeres!!!! me ha ocurrido el llanto en varias ocasiones ultimamente… era una mezcla de felicidad, dolor, emocion… bien, vamos sanando…

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      28 mayo, 2015 a las 08:54

      ¡¡Gracias!! Ufff que reconfortante es saber que no estamos solas.

      Besos agradecidos

      Responder
  4. Victoria Viazzo dice

    28 mayo, 2015 a las 02:58

    Sólo me pasó dos veces… lloré mientras lo hacía y repentinamente reía. Mi pareja no lo entendía pero yo me sentía tan bien internamente. Tampoco lo entendía yo, pero acabo de leer esto y tiene sentido. Hay que liberar el alma con esa persona que no te absorbe, conoce tus libertades, te deja ser y te hace sentir bien.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      28 mayo, 2015 a las 08:56

      Gracias por compartir con nosotras… es cierto que ellos se quedan un poco trastornados, se preocupan… y suelen querer saber algo que ni nosotras conocemos.
      Pero qué bueno es poder abandonarse completamente.
      ¡Felicidades por tus dos veces!

      Responder
  5. Natalia dice

    29 mayo, 2015 a las 06:31

    Un pene emocional….. No puedo creer que leí esto.. en serio, qué se fumaron?

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 09:29

      Yo no me fumé nada Natalia, de hecho no fumo 🙂

      Responder
  6. Marian Pérez dice

    29 mayo, 2015 a las 11:48

    Creo que yo he llorafo de todas las formas posibles mientras me unia a un hombre. Se puede llorar de alegria, de gozo y de complicidad mientras estas haciendo el amor, pero tambien se llora de rabia, de impotencia y de no sabes por qué, pero la pena te inunda tanto que yo lo igualo a un tsunami emocional. Al igual que destroza y arrastra todo lo que encuentra, también limpia de ese desorden subconsciente, trayendo la calma y la serenidad, al fin de todo sanando como decís.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 12:07

      ¡¡Gracias Marian por compartirte!!

      Creo que es un regalazo poder sentir tantas emociones, para mi eso es indicativo de vulnerabilidad que al final es donde reside la verdadera fortaleza.

      Siempre lo sigo «solo se sana lo que se puede sentir».

      Un abrazo

      Responder
  7. Sol dice

    29 mayo, 2015 a las 15:16

    Ya me paso lo mismo. Pero después de hacer el amor. Es una sensación rara.. No se como explicar.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 17:42

      Si, es muy normal que esa sensación de profunda pena aparezca después.

      1000 gracias por compartir.

      Responder
  8. Alina dice

    29 mayo, 2015 a las 19:50

    Lloré por primera vez en mi vida hace 2 meses despues de tener una relacion en pareja por casi 3 años, mi esposo pregunto que si que pasaba y no supe que responder solo le dije no se que paso pero me siento muy bien… Ese sentimiento de liberarte me cambio por completo… ☺️☺️

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 23:22

      ¡¡Que hermoso Alina!!

      Que poderosa puerta de placer, de éxtasis. de unión con la totalidad tenemos a través de nuestra sexualidad.

      Recibir ese regalo es una bendición.

      Besos

      Responder
  9. María Piernas dice

    29 mayo, 2015 a las 21:49

    Acabo de leer tu primer artículo.

    Normalmente me siento frustrada porque me sucede esto. Empiezo a hacer el amor con mi pareja (no lo haría con otra persona) y deseo hacerlo, pero de repente «PUM», siento miedo, lloro, me bloqueo.
    Él SIEMPRE me trata con amor. Jamás se molesta y siempre me abraza para que nos quedemos tranquilitos.

    Sé que tiene que ver con bloqueos anteriores (con temas de violaciones en vidas pasadas, de forzarme a tener sexo o de posesión sobre mí -o yo sobre alguien-), pero tras leer lo que dices, también creo que tengo miedo a dejarme llevar. No quiero que me hagan daño emocional aunque sé que es un hombre que jamás me lo hará.

    Considero que TODO ESTO es el motivo por el cual el parto y la menstruación duelen. De hecho, si tengo algún tipo de discusión, después siento dolor en el útero.
    Liberarnos de todo esto haría, creo yo (y espero vivirlo así), que nuestro parto fuese algo normal, sin dolores intensos.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 23:27

      Gracias maría por compartirte.

      Yo pienso como tu, dolores pasados de todas las mujeres que nos precedieron y de nuestras propias vidas anteriores anidan en nuestros útero. Y si, también nuestro miedo a la intimidad, por el recuerdo de eso mismo, seguramente. No es a nivel consciente, pero se da.

      Y desde luego que si, parto y menstruación son parte de nuestra sexualidad. Tampoco e cabe la menos duda de que todo está relacionado.

      Todo lo que lloras si libera, no tengas problema 🙂

      Un abrazo largo

      Responder
  10. Laura dice

    29 mayo, 2015 a las 22:25

    Esta hermoso el articulo, mil gracias y mil bendiciones… Oye con respecto a la ultima pregunta, me ha pasado un par de veces q durante la relación se me hace un enorme nudo en el pecho y comienzo a llorar implacablemente por minutos… por que crees que pueda suceder eso?

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      29 mayo, 2015 a las 23:37

      Claro Laura. Es lo que cuento en el artículo. Creo que estamos liberando dolores femeninos muy antiguos. Es bueno dejarlo salir y permistirse el llanto arropadas en la ternura de un hombre que no se asuste ni se preocupe.

      Gracias por acercarte al blog y compartir.

      Un abrazo cálido

      Responder
  11. Claudia Rivera dice

    2 junio, 2015 a las 03:44

    Y despues de q me deje tocar el alma con la puntica de una varita magica -pene- , llego algo aun mas espectacular. Un orgasmo de utero q me hizo sentir que ese es el lugar en el que se crea la magia y que ese hombre es la parte q le faltaba a mi espiritu.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      2 junio, 2015 a las 10:06

      Es muy hermoso cuando eso sucede ¿verdad?
      Aunque yo creo que a tu espíritu no le faltaba ninguna parte… más bien creo que tu te permitiste abrirte tanto que conectaste con tu espíritu 🙂
      Gracias por compartirte es esta casita 🙂

      Responder
  12. Alfonso dice

    2 junio, 2015 a las 19:58

    Muy buen artículo, solo hay una o dos cosas con las que no estoy muy de acuerdo pero de resto es un artículo muy interesante.

    Y a nosotros ¿qué nos recomiendas hacer si nuestra pareja llega a este estado de llanto en la relación sexual, para llevar todo de la mejor manera y evitar la confusión o el malentendido? Gracias

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      2 junio, 2015 a las 22:56

      Eres el primer chico que se atreve a zambullirse en este océano femenino. Te lo agradezco y sobre todo te agradezco tu pregunta porque entiendo que es muy desconcertante para vosotros estar dentro de una mujer en cuerpo y alma y verla romper en llanto.

      Lo primero, es casi obvio. Preguntar si le has hecho daño o ha habido algo que le haya molestado. Preguntar si desea parar. Si es así, se para, se habla, se abraza, se piden disculpas.

      Pero si no ha habido daño o alguna situación desagradable, lo primero es no asustarse, no sentirse culpable o mal porque seguramente haya conectado con una emoción muy antigua. Está genial preguntar si se quiere parar y respetar esa decisión. A mi la mayoría de veces que me sucedió me apetece seguir para terminar de soltar, en verdad, no sé el qué.

      Ese es otro tema importante. No quieras saber qué le sucede exactamente porque seguramente ni ella lo sepa. Es una extraña mezcla de tristeza, emoción, entrega, fusión, encuentro, dolor profundo, ufff.

      Enjuga sus lágrimas y dile que la amas profundamente, mírala a los ojos y dile que te quedarás con ella para siempre. Pero permítele llorar todo lo que necesite y permanece a su lado… ¡¡no te duermas!! Sé que eso es difícil 🙂

      Y bueno, por ahí van los tiros.

      Gracias miles por estar aquí.

      Responder
      • Alfonso dice

        3 junio, 2015 a las 08:27

        Gracias a tí por tan completa respuesta. Ojalá mi próxima pareja (si es que conozco alguna) experimente algo así, que lo viva y se suelte y se sienta bien. ¡Saludos!

        Responder
      • Lili dice

        23 mayo, 2016 a las 09:07

        Hola quiero consultarte en micaso soy unamujer de 40 años me estirparon el utero y en este momento no tengo pareja. Tengomiedo de iniciar otra relación y quiero saber si despues de esta cirugia puedo llegar a tener sanacion con elsexo tántrico

        Responder
        • Maria Jose Mochon dice

          23 mayo, 2016 a las 11:50

          Para mi no hay duda, Lili, evidentemente que sí.

          Somo mucho más que un cuerpo. Él se encarga de mostrarnos el camino y la dirección en la tiene que ir nuestra sanación. Digamos que él nos delata que es lo que tenemos que sanar.

          La cura tántrica es muy muy poderosa.

          Gracias por acercarte Lili, besos

          Responder
  13. Amano dice

    12 junio, 2015 a las 16:02

    Dear Maria,

    1. you use our logo on your website https://www.tantrayyoga.com/sexualidad/

    2. You took this picture from our homepage http://www.spiritual-tantra-lounge.com or something else.

    3. This painting was created from a painter artist expecially for our lounge and website and we payed many money for this. You didn´t ask us and we don´t allow you to use it by commercial things. Please remove it from your site or put an info of the owner at the picture.

    Greetings from Amano, Spiritual Tantra Lounge.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      14 junio, 2015 a las 00:27

      Thanks Amano for its friendly tone.
      Unknown authorship of the image.
      I’ll be happy to name the author or I can remove the image if preferred.
      A hug.

      Responder
      • Amano dice

        15 junio, 2015 a las 12:51

        Dear Maria, thank you very much for understanding… I wish you all dear and good times! Amano.

        Responder
  14. Susana dice

    17 junio, 2015 a las 04:48

    que pasa con la mujer en etapa de menopausia?, me gustaria que tambien traten esta etapa de las mujeres tan importante. Gracias

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      17 junio, 2015 a las 13:54

      Es muy hermosa la etapa de la menopausia y está tan machacada, tan infravalorada como todos los demás proceso femeninos… trabajaremos con ella también Susana, Gracias

      Responder
  15. Natalia dice

    2 julio, 2015 a las 10:08

    Necesitaba encontrar esta información. Llevo unos años en proceso de sanación interior y me ha ayudado mucho leer este artículo tan interesante.
    gracias de todo corazón-útero.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      3 julio, 2015 a las 00:39

      Gracias a ti Natalia por acercarte y dejarme tu agradecimiento.

      Un beso grande

      Responder
  16. Juan Sin Nombre dice

    16 octubre, 2015 a las 10:50

    Hola Mª José, a veces aún no siendo mujer he leído cosas tuyas. Hoy leí este artículo y recordé una mujer que le paso eso que cuentas conmigo. Era una relación abierta, sin máscaras, sin cadenas, con plena libertad, sin miedos, sin apegos, con pasión pero también ternura, llena de caricias, de besos, sin prisas- Le pasó varias veces y me contaba que eso solo le había pasado también con su ex del que todavía sentía apego.

    La relación conmigo fue corta, pero fue clara, nunca hubo malentendidos, siempre abiertos a comprendernos, respetarnos.

    Yo sentía que era miedo lo que en ese momento esta persona sentía, que por alguna extraña historia, esa felicidad que por un momento sentía le llevaba a un rincón oscuro.

    Alguna vez seguimos unidos abrazados sin decir nada, yo solo la acariciaba y le decía que se dejase llevar, que no tuviese miedo a llorar, que no se reprimiera, sencillamente estaba presente, atento y la cubría de abrazos y besos. Lo recuerdo y las lágrimas se me asoman, me pareció hermoso, que conmigo, en una relación sin compromiso, pero sin mentiras, pudiese abrirse tanto, pudiese llegar a tocar esa herida tan profunda.

    La relación conmigo le ayudo a soltar el apego a su ex pareja, a sentirse más segura a volver a amar a otras personas.

    La vida nos ha llevado a cada uno por un camino. Hace mucho que no se nada de ella, pero no importa, si nos encontráramos de nuevo, no haría falta acostarnos de nuevo, un simple abrazo lo diría todo.

    Ella se libero del miedo, quizás no del todo, pero si de un peso importante. Yo viví lo que quería vivir una relación completamente libre, con ternura, cariño, pasión y fue muy hermosa.

    El verdadero Amor no se expresa solo en las parejas, puede darse en cualquier circunstancia si realmente se le dejan las puertas abiertas, si pones de tu parte lo que te corresponde.

    He tenido varias parejas y ese grado de libertad, esa complicidad, esa manera de soltarse sin máscaras, tal cual eres, no la había vivido antes con tanta profundidad.

    Fue una relación sin apegos, pero con todo lo demás cuando surgía.

    Ahora que recuerdo, también tuve otra pareja que le paso algo parecido, pero en vez de llanto, fue más bien algo «Extatíco», una felicidad intensa, aparentemente todo o contrario, pero también el miedo le cerró esa puerta y seguí años con ella y no la volvió a abrir.

    Me alegro haber pasado por aquí y haber recordado estas cosas. Estamos viviendo tiempos nuevos en los cuales el miedo desaparecerá por completo. No es ninguna hipótesis o un sueño a largo plazo, es una realidad ahora presente que ya hay quién la está viviendo.

    Tenemos a nuestro lado el Amor incondicional, eso es lo que nosotros somos, lo que reconoceremos en cuanto nos atrevamos a mirar en la dirección adecuada y lo que compartiremos con todo lo que nos rodea.

    Y allí desde ese lugar, ya estaremos viviendo un mundo nuevo.

    Para hacer el Amor, no se necesita pareja, pero si se tiene se puede compartir la experiencia, la vida en si mismo ya es orgásmica, ya es plena.

    ¡¡¡ Feliz Viaje a todas las mujeres que visitáis este lugar, a todas las mujeres del mundo, a todos los seres. !!!

    Abrazos sin tiempo, besos sin prisas, caricias algodonadas y sueños radiantes, plenos y hermosos, es hora de poner nuestro grano de arena y de crear un mundo nuevo en nosotros mismos, mejor dicho de re-descubrirlo.

    Responder
    • Maria Jose Mochon dice

      16 octubre, 2015 a las 12:02

      Gracias Juan por dejar aquí tu experiencia. Me nutre mucho tener la visión y el sentir de la parte yan de este TODO que es la vida.

      Creo que las mujeres somos capaces de sentir, a nivel inconsciente, si estamos junto a un hombre con el que nos podemos abrir. No lo pensamos, pero el cuerpo se permite el lujo de abrirse y llegar a lugares y memorias que no llegaríamos con otros. No es algo de la mente.

      Así que creo como tu que estamos de enhorabuena,… el despertar ya es y estamos sintonizando el díal 🙂

      Gracias por alimentar este blog. Gracias por ser.

      Responder
  17. fernanda dice

    30 mayo, 2016 a las 01:57

    Gracias Maria José, primera vez que llego a tu blog y me sorprendió positivamente esta entrada. Yo desde que empecé un proceso de psicoterapia profunda y de sanación he manifestado diferentes sintomas en mi útero y en torno a mi sexualidad, sintomas o efectos no siempre agradables. Pero antes, cuando sólo «disfrutaba» o cuando aparentemente me entregaba en el sexo con un otro, no estaba consciente de muchas cosas que lentamente se van develando. Por eso ahora, pongo atención a lo que me va pasando, dejando de responsabilizarme que es por mi que no me excito sexualmente o cosas así… En cambio escucho y voy dejando el miedo de pensar que cada manifestación, dolor, no entrega en mi cuerpo, etc, sucede por algo y está en el camino de sanar y de conectar con mi poder. Por eso, voy aprendiendo a confiar y a saber que son luces de conciencia y que las situaciones dolorosas, aburridas en lo sexual son señales que mi cuerpo empieza a manifestar, empieza a rechazar lo que no tiene que ser. He aprendido que a veces el cuerpo es quien dice no, cuando no hay conciencia desde otros centros como el mental o el corazon… muchisimas gracias, un abrazo de mujer!!!!

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  18. fernanda dice

    30 mayo, 2016 a las 02:04

    Me ha pasado mucho lo de llorar despues del sexo, con mis parejas, con personas con quienes me he sentido en total intimidad, y siempre ha ocurrido luego del orgasmo. Aún no le encuentro explicacion… Yo pensaba que era porque mi cuerpo entendia el patron respiratorio del orgasmo similar al de la tristeza y por eso venia el llanto, quien sabe, para mi aun es un misterio.

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    • Maria Jose Mochon dice

      30 mayo, 2016 a las 13:44

      Gracias por pasar y dedicar un ratito a escribir sobre ti Fernanda.
      No hace falta saber porqué lloramos. Creo que con saber que estamos liberando multitud de memorias guardadas en el útero nuestras o de nuestras ancestras ya es más que necesario permitir que ello salga.
      Es cierto que suele pasar cuando conseguimos una intimidad mucho más auténtica que la de simplemente quitarnos la ropa y compartir un cuerpo. Esa intimidad especial que a veces lgramos es una curación sexual, una sanación del alma femenina… ¡bienvenida sea!

      Sigamos aprendiendo a respetar nuestro cuerpo, a entender sus señales, a amarlo y venerarlo ya que es nuestro templo más sagrado.

      Un beso MUJER

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  19. Juan Carlos dice

    31 julio, 2017 a las 21:10

    Has hecho alguna vez el amor con pasión, con ternura, abierto en tu totalidad, entregado?
    ¿Te extraña esta pregunta?

    Hombres y mujeres hacemos el amor  habitualmente sin abrirnos, demasiado habitualmente, diría yo. Es extraño ¿verdad? y sin embargo se ha convertido en algo cotidiano y aceptado: hacer el amor con tu pareja sin tener intimidad, sin abrirte de verdad. Si, físicamente puedo estar dentro pero no más, ella esta cerrada desde tiempos ancestrales y la responsabilidad siempre ha sido y será del hombre.
    Por qué?

    Es fácil, por MIEDO. Por la imposición y la responsabilidad de tener que perpetuar la especie y la obligación instintivamente biologizada de tener descendencia. La única razón opuesta al amor. Hacer el amor con miedo… ¿eso tiene sentido? Pues claro.

    En el cuerpo, en los testículos, en el pene y en el esperma, los hombres guardamos la memorias de la humanidad. Es así, nuestro falo ha sido el responsable de sembrar las semillas de la gestación de toda la humanidad. Es el actor inseminador creativo por excelencia y ese poder y esa responsabilidad fecundadora ha caído sobre los hombres durante miles de años sin descanso.
    ……………….
    MARÍA JOSE podría seguir escribiendo desde la posición masculina y cambiar la perspectiva de tal forma que le atribuyera al hombre todas esos supuestos privilegios envenenados que se les atribuyen aos hombre y que no han sido y siguen siendo más que una carga.
    Lo siento, me cansa y aburre el víctimismo y la posición egoica del feminisdeberían de aprender a trascender hacia otra posición más positiva, sana e integradora
    En mi humilde opinión

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    • Maria Jose Mochon dice

      8 agosto, 2017 a las 19:41

      Hola Juan Carlos. Gracias infinitas por escribir es esta casa virtual porque me ayuda a nutrirnos
      No serás a mi a quien escuches que los hombres no tienen castrado su sagrado masculino desde siglos, al igual que el femenino, no será a mi a quien escuches que sigamos siendo victimas, no lo creo. Desde el victimismo no se puede crecer ni evolucionar.
      Está en nosotras el cambio, el abrazo al verdadero femenino y masculino. Está en nosotras el poder y la capacidad de no dejarnos violar, abusar o penetrar ni una vez más si no lo queremos. Al igual que está en vosotros sanar vuestro sagrado masculino y sacudiros tanta exigencia y encontrar la manera de abrir el corazón frente a un femenino sano.
      No promulgo yo el victimismo, la diosa, la fuente, me libre de ello.
      Quizás con el post no te ha llegado el mensaje completo. Te invito a mirar la entrevista que me hizo Dori Pecharroman
      https://www.youtube.com/watch?v=sbYRpUn3PUw
      Es cierto que hablo de mujeres, porque trabajo casi exclusivamente con ellas y para ellas pero si lo deseas te invito a escribir un post de invitado con la visión masculina para el blog.
      Ya me dices… agradecida, te abrazo.

      Responder

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